Portada » Para cualquier momento
Me lavaba de chiquillo,
me quitaba las legañas,
me atusaba mi flequillo,
me decía: ¡No se engaña!
Por esta jodida vida
me guiaba de la mano,
y ya desde la salida
me hizo mejor ser humano
Y darte las gracias siempre
por esa infinita paciencia.
Lo que tú has hecho por mi
debiera estudiarlo la ciencia.
Ese altruismo tan puro,
ese dar sin pedir nada,
ese velarme la fiebre
tantísimas madrugadas.
Ese ¡No vuelvas tarde!,
ese ¡Ponte a estudiar!,
ese ¡Espérate dos horas
para poderte bañar!
Gracias por que yo siempre
tuve un plato de sopa,
y a la hora que fuera
allí estaba limpia mi ropa.
Por eso en los tiempos chungos,
cuando tú me necesites,
no lo dudes ni un segundo,
que yo estaré siempre al quite.
El primer café del día,
un sobao por la mañana,
caminar en compañía,
o solo, pero con ganas.
El ¡Buen Camino! cortés
que suelto a quien encuentro,
mientras yo sigo a mis pies
y voy fluyendo por dentro.
Aquella cuesta empinada
que parece nunca acaba,
un café con dos tostadas:
¡Voy a mear, anda ve y paga!
Sentirme a solas conmigo
y ver de otra forma el mundo,
ver que me sigue mi amigo
a lo lejos, solo un punto.
El viento me da en la cara,
el sol en las gafas destella,
... y acaricia.
Sigo andando con mi vara,
y creo que la vida es bella,
¡Qué delicia!
Veo a mi amigo que se para,
y cae la primera estrella,
... de Galicia. 🍺