Cuando yo oía a Julio Iglesias, siempre pensé que era un ñoño, y ahora el tiempo me desprecia y vuelvo a topar con la Iglesia, ¡cómo pasa el tiempo, coño! Ya no eres ninguna niña, ya estás hecha una mujer, y el tiempo, que todo lo apiña, me saca de la morriña, me pega de frente y me endiña con la mano del revés, y luego un ojo me guiña pa´ que los lomos me ciña y pueda ayudarte a crecer, Fuiste una niña fácil, amiga de tus amigos, con una sonrisa grácil pendiente siempre del frágil, atenta con cinco sentidos, para acudir siempre ágil donde hubiera un afligido, Y mientras tú vas creciendo, yo juego el segundo tiempo, y dejo de nuevo el banquillo, Y eso es un lujo tremendo, protegerte contra el viento, haciendo de nuevo mi hatillo, y así yo sigo aprendiendo mientras tú vas descubriendo que la vida es un ratillo.
Web para encargar y comprar poemas. Regalos originales para cumpleaños, bodas, aniversarios, jubilaciones,...