A Maite (o aunque haya un socavón) Pelo negro azabache y una mirada directa, la bata que no se manche, que debe de estar perfecta. Y así pasaron los días metida entre mil recetas, leyendo posologías, solucionando agonías y formulando en probetas. Farmacéutica en Teatinos, prospectos por vocación, … y un pitillo sibilino en cuanto tiene ocasión. Cuidar de sus padres con tino, Granada en el corazón, y un Eric que al mundo vino para inyectarle ilusión. ¡Qué bueno que quede camino aunque haya un socavón! Y ahora a venirte arriba, coger a Eric de la mano, buscar siempre la salida, como hiciste siempre amiga desde que un día nos juntamos. Y si un día tienes fatiga…, te arreglas un poco, te abrigas, y giras de nuevo la esquina que va a Mesonero Romanos.
A Maite, del sector de Farmacia.(poemas para jubilaciones)
Publicado enJubilaciones